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Asesoramiento

Existen, generalmente, varias formas de establecer líneas de financiación en las empresas. Por un lado, la aportación propia, la cual nos hace pensar en el capital inicial exigido para comenzar una actividad empresarial. De igual forma, la empresa se puede nutrir de otros recursos específicos que avalan determinados tipos de actuaciones. Por otro lado, hablaríamos de financiación externa aportada por terceros con una duración limitada y exigencia de devolución finalizado ese período establecido, en ocasiones con el pago de intereses. Un estudio de mercado que aprecie las necesidades financieras de las empresas en función de sus objetivos a cumplir se muestra como requisito indispensable a la hora de configurar una unidad de negocio. En este sentido, el pasivo de nuestro Balance nos indicará la proporción de recursos propios frente ajenos y, dentro de éstos, la urgencia de su pago.

De igual modo, nuestra amplia experiencia y formación, nos permite establecer diferentes líneas de actuación que abarcan diferentes tipos de líneas de financiación. Especial interés tienen los denominados microcréditos, así como la profundización de las ideas empresariales en proyectos de especial interés desde el punto de vista social, innovador y medioambiental, sin desdeñar cualquier mejora adscrita a las actividades económicas tradicionales. Asimismo, se establecerán las líneas prospectivas con diferentes alternativas en materia de financiación no bancaria, como es el renting, factoring, financiación en divisas, sociedades de garantía recíproca y sociedades de capital riesgo, con el fin de generar la reducción adecuada de la presión sobre el capital circulante de las empresas en crecimiento, mejorando flujos de tesorería y reduciendo la carga de control de créditos y así avalar las operaciones financieras a corto y medio plazo de las empresas asociadas.